Hace algunos meses compré un drone de los baratos modelo Syma X8C y publiqué una breve reseña comentando algunas de sus características. Si bien no es un drone profesional, para costar menos de 100 dólares no está nada mal.
Luego de varios golpes y caídas de gran altura sigue volando como si nada:
Lo utilizo con una cámara GoPro 3 que es bastante pesada en comparación con otras cámaras deportivas HD, pero al drone le sobra potencia para levantarla con una autonomía de 5 minutos y otros 2 para «traerlo a casa».
La cámara es muy útil para tomar fotografías pero no tanto para grabar videos ya que al estar fija no quedan muy bien con los movimientos que inclinan al drone, para evitar esto se utilizan los gimbals que mantienen la cámara estable en una misma posición:
Luego de buscar algunas recomendaciones, decidí comprar un gimbal Walkera G-2D que costaba 60 dólares en Amazon. El gimbal es muy bueno y funciona fantástico aunque se le debe construir un soporte casero (un par de agujeros para meterle tornillos), pero es demasiado pesado para el drone a tal punto que la autonomía baja a la mitad y con control total a menos de 2 minutos.
Cuando digo «control total» me refiero a que si, por ejemplo, le doy a la palanca de subir el drone va a subir, cosa que no sucede cuando tiene mucho peso o poca batería, le das a la palanca y el drone sube pero demora en responder, como si a los motores les faltara potencia y generalmente se termina chocando contra el suelo o algún obstáculo.
El gimbal además necesita de energía para funcionar y para no agregarle más peso con una batería extra le puse un cable que le saca energía a la propia batería del drone, esto hace que dure aún menos. En definitiva, a pesar de que el gimbal funciona bien no lo utilizo para tener más tiempo de vuelo y diversión.
Las anteriores son un par de fotografías que tomó la GoPro, en realidad son capturas del video que se va grabando mientras vuela.
Hace poco se me perdió, lo estaba volando en un campo y el viento se lo comenzó a llevar hasta que lo perdí de vista pasando un monte y ya no sabía si seguía volando en alguna dirección sin control o había caído.
Ya lo daba por perdido porque la zona donde podía estar era muy amplia, además podía estar sobre la copa de un árbol y nunca lo iba a ver. Lo busqué por 6 o 7 horas hasta que lo encontré a unos 600 metros de distancia según la medición que luego hice con Google Maps, mirando el video que había quedado grabado en la cámara descubrí que a pesar de no verlo por la distancia, el drone seguía respondiendo a los comandos del control remoto hasta que lo apagué y cayó de golpe.
La sensación de darlo por perdido no fue nada agradable, pero me sirvió como experiencia y pudo ser mucho peor si lo hubiese estado volando en una zona poblada, cosa que por ley no se puede hacer y no es recomendado ya que se pueden causar accidentes. Si el drone se pierde o cae desde muy alto puede lastimar a alguien fácilmente, hay que tener mucho cuidado.
Actualización: luego de volverlo a probar descubrí que un soporte interno que sostiene la placa madre del aparato se rompió quedando la placa inclinada.
Al suceder esto el drone seguía volando pero con un bamboleo extraño (como si uno de los motores no funcionara bien) o bien no se elevaba más de medio metro. Al principio no sabía lo que sucedía hasta que lo desarmé y noté que la placa estaba inclinada, en ella hay un sensor que debe estar horizontal para que el drone pueda volar con normalidad, de lo contrario se desestabiliza.
Ahora tengo que arreglar de alguna forma el soporte interno para que la placa quede nuevamente en su lugar y no se mueva.