Los códigos QR se han vuelto muy populares hoy en día, yo tengo uno hasta en mi licencia de conducir que de hecho actualmente me lleva a una página que no está funcionando. Y de algo por el estilo se trata este artículo, aunque en lugar de una página inexistente al seguir un código QR en teoría seguro se terminaba en un sitio para adultos.
Sucedió en Alemania, un señor llamado Daniel se llevó la inesperada sorpresa luego de escanear un código QR que se encontraba en la etiqueta de una botella de ketchup. La etiqueta hacia referencia a una promoción que ya había terminado y el dominio (dirección del sitio web) enlazado desde el código había sido registrado por una empresa que se dedica al mundo del entretenimiento para adultos.
Así que, el hombre escaneó el código pensando que terminaría en la web de la promoción pero en su navegador terminó apareciendo un sitio para adultos.
Indignado por la situación publicó una fotografía en la fanpage de la empresa comentando que era algo incomprensible el hecho de que no registraran el dominio durante más tiempo. Los community managers rápidamente respondieron lamentando el incidente y para compensarlo le ofrecieron una botella de ketchup gratis personalizada ¿?, pues la idea de la promoción que ya había terminado era que las personas diseñaran sus propias etiquetas para las botellas.
No sé qué es más incomprensible, que hayan dejado vencer el dominio (aunque es normal que esto suceda con las promociones online, sobre todo cuando las gestionan terceros) o que ante esta situación le quieran regalar una botella de ketchup gratis…
Pero lo mejor de todo es lo que hizo la empresa de contenidos para adultos que había registrado el dominio, para no quedarse atrás le ofrecieron a Daniel un año de suscripción gratuita en sus sitios. Los comentarios aún se pueden ver en la publicación de Facebook.
Lo bueno de todo esto es que el dominio en cuesitón actualmente no carga ningún sitio ni realiza ninguna redirección (al menos mientras escribo este post), así que si algún niño se encuentra con una de estas botellas de ketchup y por curiosidad lee el código desde su celular no va a terminar en un sitio inadecuado.
Este es sin dudas uno de esos casos de social media que van a quedar registrados por los expertos en la materia y un buen recordatorio para las empresas de que no deben olvidar los dominios o sitios que utilizan en sus promociones. Así como se puede terminar en un sitio no apto para menores, se podría terminar en una web de phishing o maliciosa que infecte computadoras y móviles. Y en cualquier caso además de dañar su propia imagen podrían terminar perjudicando seriamente a sus clientes.