Hace algunos días estuve de visita en La Habana y al llegar lo primero que quería hacer era conectarme a internet porque soy de esas personas que si pasan algunas horas sin conexión es como que les da algo.
Internet en Cuba siempre ha sido un tema complicado por las limitaciones de la infraestructura disponible y el bloqueo norteamericano. Pero en los últimos tiempos la situación ha mejorado bastante.
Más allá de las conexiones que pueden ofrecer los hoteles, hoy en día un turista puede encontrar en diferentes lugares puntos de conexión a una red llamada WIFI_ETECSA y también salas de navegación tipo cibercafé (Etecsa es la empresa de telecomunicaciones de Cuba).
Para acceder a internet desde estos puntos es necesario comprar unas tarjetas prepagas que vienen con un usuario y contraseña o configurar unas cuentas de acceso permanente.
Los turistas suelen utilizar las tarjetas que tienen un costo de 2 CUC 1,50 CUC la hora de navegación (el precio se ha rebajado en 2017). Hay tarjetas de 30 minutos, 1 hora y 5 horas, en las oficinas de Etecsa se venden hasta 3 por persona cada vez que se pasa por el mostrador y si eres turista debes presentar el pasaporte.
También se pueden adquirir en los hoteles donde generalmente las venden un poco más caras y hay personas que las revenden en la calle o te configuran las cuentas permanentes que pueden ser un poco más prácticas de utilizar.
Las tarjetas tienen una validez de 30 días una vez que son activadas y si por ejemplo se compra una tarjeta de una hora y sólo se navegan 15 minutos, los restantes 45 siguen estando disponibles para utilizar en otro momento.
En los puntos que me conecté la velocidad de estas redes wifi no era mala (1 Mbps de bajada) a pesar de estar conectadas al mismo tiempo muchas personas, la mayoría lo hacían desde sus celulares para acceder a las redes sociales, mirar videos y comunicarse con amigos y familiares.
Para muchos las pequeñas pantallas son el primer contacto que están teniendo con internet, un fenómeno que se viene dando desde hace algunos años en varios países de latinoamérica.
No es extraño que en las oficinas de Etecsa se formen filas de espera para ser atendidos, en mi caso casi siempre tuve que esperar 10 o 15 minutos hasta que llegara mi turno. No todas las personas van por el internet, algunas van a realizar otros trámites o pedir ayuda con las configuraciones de sus celulares lo cual puede alargar un poco la espera.
Es curioso, pero en Cuba para hacer la fila uno tiene que llegar y «pedir el último» que consiste en preguntar quién es el último de la fila. Como se puede ver en una de las fotos, la fila está desordenada pero con este sistema cada uno sabe cual es su lugar, en mi país al menos el que se va de la fila pierde el lugar y al volver tiene que ir para atrás.
En definitiva, si bien no se tienen las mismas facilidades que en otros países donde uno simplemente puede comprar un chip y tener internet móvil todo el tiempo con buena velocidad, conectarse en Cuba no es un problema como hace algunos años atrás y las conexiones se van a seguir mejorando.