World of Warcraft (también llamado WoW) es un juego multijugador online muy conocido, actualmente cuenta más de 11 millones de jugadores alrededor del mundo.
En la imagen se puede ver a Hannu, jugador de WoW, y a Marja del blog Safe and Savvy de F-Secure. Marja visitó a Hannu en Finlandia para que le contara su historia…
WoW se puede jugar gratis por 10 días, luego hay que comprarlo. En lugar de hacer esto, hace unos 4 años Hannu le compró una cuenta de WoW a un conocido. El juego realmente lo atrapó y durante los 2 primeros años jugaba un promedio de 10 horas al día. De esta forma su personaje o avatar, acumuló muchas riquezas y poderes virtuales.
Su personaje era realmente bueno, tanto que su antiguo dueño tomó el control de la cuenta utilizando la información original con la cual había sido creada. Hannu no podía hacer nada, además las políticas del juego no permiten la venta de cuentas, por lo tanto ahora el ladrón era el propietario legítimo.
Si bien se trataba de un robo virtual y para muchos tal vez sin valor, Hannu no estaba dispuesto a permitir que le robaran algo que le había tomado tanto tiempo construir, el juego ya era parte de su vida, contrató a un abogado y llevó el caso a los tribunales.
Un año y medio después, se llegó a un acuerdo en el cual el acusado debía pagarle €4000, de esta forma Hannu le demostró al mundo que las propiedades virtuales tienen valor.
Mercado negro…
El robo de cuentas en juegos online no es algo extraño, hace algún tiempo comentaba un caso de phishing dirigido a jugadores de World of Warcraft, si los ciberdelincuentes se toman la molestia de crear páginas falsas y malwares para juegos, por algo será. Existe todo un mercado negro de riquezas virtuales, incluso hay personas que trabajan como gamers full time para vender lo recolectado por dinero real.
Por más información sobre el caso puedes visitar www.hs.fi.
Ver también:
StarCraft 2, generador de keys que solicita credenciales de Gmail y battle.net.