Una forma de hacerlo sería entrar a una oficina, tomar algunos documentos y hacer copias, luego dejar todo en su lugar. Pero hay otro método menos arriesgado…
Hoy en día muchas fotocopiadoras son verdaderas computadoras que además de hacer simples copias, envían la información por fax, mail e incluso la guardan en un disco duro en diferentes formatos como pdf:
Sin duda alguna podrían ser un objetivo de ataque y de hecho lo son, en el blog de seguridad Areópago 21 se habla del tema (lectura recomendada).
En los sitios de muchos fabricantes también se pueden encontrar secciones de seguridad donde se publican noticias, actualizaciones de software y consejos para evitar la fuga de información por medio de las fotocopiadoras.
Pero no sólo los propietarios deben tener cuidado, también los usuarios a la hora de copiar documentos sensibles, por ejemplo, en un centro de fotocopiado con esta clase de máquinas modernas.