Cuando los ciberdelincuentes realizan compras en internet con tarjetas robadas, intentan a toda cosa mantener su identidad anónima, pues si realizaran pedidos de forma normal los que tocarían en sus puertas no serían los del correo postal, sino policías.
Es por ello que utilizan intermediarios para realizar las compras, es una movida que funciona de la misma forma que las mulas de dinero.
Hace unos días circuló en los medios un caso relacionado con estas estafas, todo comenzó por medio de Facebook, una mujer entabló una relación virtual con un estafador que se hacía pasar por un sargento llamado Troy Luther.
El tipo le envió unas flores a su casa y cuando la relación ya era de confianza, le preguntó si quería ayudar con un «programa de donación militar«. Ella aceptó y comenzó a recibir paquetes que debía enviarlos a otras personas, perfumes, notebooks, auriculares y todo tipo de productos.
Si bien era una situación extraña, no sospechaba que estaba formando parte de una estafa hasta que recibió una llamada telefónica desde una tienda online que, al detectar que el pedido de una notebook se había realizado desde una IP sospechosa, le sugirió llamar a la policía.
Fue así como el engaño fue descubierto, ahora los productos se están devolviendo y por su participación no está en problemas legales.
Sano consejo: hay que tener cuidado con las personas que se agregan en Facebook y las relaciones virtuales. Del otro lado del perfil y unas cuentas fotos robadas puede estar cualquier persona, incluso un vecino gastando una broma.
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