La función del programa -que ha sido vendido por la empresa durante casi 3 años- consistía en capturar pulsaciones del teclado, realizar capturas de pantalla y llevar diversos registros de la actividad de un equipo. Toda esta información era enviada automáticamente a los servidores de CyberSpy para que el comprador del programa tuviera acceso a ella desde cualquier parte del mundo.
RemoteSpy era casi indetectable, mientras se ejecutaba no figuraba como proceso activo en el Administrador de tareas ni tampoco se podía desinstalar como un programa convencional, es decir que tampoco figuraba en la lista de programas del Panel de control. Incluso parece que tenía la capacidad de autocamuflarse, cambiándose de lugar en el disco duro para evitar ser detectado.
Otro detalle interesante del programa -según la FTC- era el hecho de poder propagarse por correo e instalarse sin que la víctima lo supiera, simulando ser una inocente imagen adjunta. Los pasos para efectuar el procedimiento venían explicados en detalle con el programa :)
Más que un programa de control, RemoteSpy parecía ser un programa espía con todas las letras, de los tantos que circulan por la red y probablemente lleguen a nuestro buzón todas las semanas. La resolución dictada por el tribunal, además de detener la venta del programa (hoy su página web no carga), ordenó desconectar todos los servidores que recopilaban la información para los clientes.
Más información: Segu-Info | PC Advisor
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