Generalmente el router es un aparato al cual la mayoría de los usuarios no le prestan mayor atención, se configuran una vez y mientras funcionen está todo bien. Sin embargo, pueden ser el objetivo de ataques y llegar a comprometer a toda una red de equipos sin importar el sistema operativo que utilicen.
Algo así sucedió en Brasil durante 2011 donde 4.5 millones de usuarios se vieron comprometidos por diversos ataques que aprovechaban una vulnerabilidad en el firmware de los routers ADSL más populares del país.
Los ciberdelincuentes escaneaban rangos de IPs en busca de routers expuestos en la red, cuando se encontraban con uno lo intentaban explotar para cambiar la configuración de los DNS por otros bajo su control. De esta forma lograron infectar millones de equipos y robar información sensible cargando páginas falsas y maliciosas.