En el día de hoy Microsoft ha presentado la última versión de Windows 7, es decir la versión comercial de su último sistema operativo. Aunque lo he visto en acción, no he tenido la oportunidad de probarlo, hay comentarios de todo tipo y la mayoría tienden a ser buenos.
Windows 7 es rápido y funciona con requisitos de hardware muy comunes hoy en día, al menos 1 GB de RAM, procesador de 1 GHz y 16 GB libres en el disco duro. Como siempre, el sistema viene en distintos sabores que se diferencian por sus características.
En la web de Microsoft se encuentra publicada una comparación de las 3 ediciones principales: Home, Professional y Ultimate, además también hay una versión para netbooks llamada Starter.
La versión Home es la más básica de todas y cuesta unos 100 dólares menos que las versiones Pro y Ultimate, entre estas dos últimas las diferencias no son muchas… Windows 7 Ultimate cuenta con un centro multimedia (Windows Media Center) que realmente es bueno si contamos con todo el hardware necesario, la posibilidad de modificar el idioma del sistema y una herramienta de cifrado llamada BitLocker. En cuanto al precio, la diferencia entre Pro y Ultimate es mínima.
Dada la información que proporciona Microsoft, me quedaría con la versión profesional… otro detalle a destacar es que la versión más básica –Windows 7 Home– no cuenta con la característica de virtualización de Windows XP, para ejecutar programas que sólo son compatibles con este sistema operativo. La herramienta requiere al menos 2 GB de RAM y 15 GB libres en el disco duro para cargar la máquina virtual.
Por último mencionar que Starter, Home Basic y Home Premium reconocen sólo un procesador físico (no confundir con núcleos), mientras que Professional y Ultimate soportan hasta dos procesadores físicos.